500 g de frutas rojas congeladas
Para el merengue suizo
3 claras
180 g de azúcar
1 cucharadita de almidón de maíz
Para la crema chantillí
500 ml de crema de leche
80 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
500 g de frutas rojas congeladas
Para el merengue suizo
3 claras
180 g de azúcar
1 cucharadita de almidón de maíz
Para la crema chantillí
500 ml de crema de leche
80 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
500 g de frutas rojas congeladas
Para el merengue suizo
3 claras
180 g de azúcar
1 cucharadita de almidón de maíz
Para la crema chantillí
500 ml de crema de leche
80 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para preparar el merengue suizo, calentar las claras con el azúcar a baño María, revolviendo con una espátula, hasta que la mezcla esté tibia y se haya disuelto el azúcar (la temperatura no debe superar los 45 °C).
Batir fuera del fuego hasta que se forme el merengue y se enfríe. Agregar el almidón. Mezclar con movimientos suaves.
Calentar el horno a 100 °C. Forrar una placa con papel mantequilla y marcar 2 círculos de 24 cm. Engrasarlos. Espolvorear azúcar sobre el aro para marcar un círculo. Repetir para marcar el segundo círculo.
Colocar el merengue en una manga con pico redondo y realizar una espiral sobre cada círculo marcado hasta formar una base redonda. Cocinar en horno bajísimo de 1 a 2 horas. Si hiciera falta, abrir la puerta del horno para bajar la temperatura. En realidad, el merengue no se cocina sino que se seca. Retirar y reservar.
Batir la crema de leche con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que forme picos. Untar el disco de merengue con la mitad de la crema batida y esparcir por encima la mitad de las frutas.
Cubrir con el otro disco y esparcir la crema y las frutas, restantes.