500 g de harina
5 g de sal
25 g de levadura fresca
200 g de queso
gruyère rallado
250 ml de leche
1 huevo
150 g de manteca
500 g de harina
5 g de sal
25 g de levadura fresca
200 g de queso
gruyère rallado
250 ml de leche
1 huevo
150 g de manteca
500 g de harina
5 g de sal
25 g de levadura fresca
200 g de queso
gruyère rallado
250 ml de leche
1 huevo
150 g de manteca
Tamizar la harina con la sal. Agregar la levadura desmenuzada, el queso, la leche, el huevo y la manteca. Trabajar los ingredientes hasta obtener una masa lisa que no se pegue en las manos. Estirar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada con la ayuda de un palo de amasar.
Doblar la masa en cuatro. Cubrirla con papel film o con un paño y dejar leudar durante 40 minutos.
Volver a colocar la masa sobre una superficie enharinada y estirar con el palo de amasar hasta obtener un espesor de 3 cm.
Con un cuchillo, cortar círculos y colocarlos en una placa para horno aceitada. Cubrirlos con un paño y dejar leudar hasta que dupliquen su tamaño. Cocinar en horno precalentado, a temperatura alta (alrededor de 220° C).