2 cditas. de
levadura seca
600 ml de agua tibia
700 g de harina
4 cdas. de queso
parmesano rallado
2 cditas. de sal
Marina
Aceite
2 cditas. de
levadura seca
600 ml de agua tibia
700 g de harina
4 cdas. de queso
parmesano rallado
2 cditas. de sal
Marina
Aceite
2 cditas. de
levadura seca
600 ml de agua tibia
700 g de harina
4 cdas. de queso
parmesano rallado
2 cditas. de sal
Marina
Aceite
Disolver la levadura con el agua tibia en un bol. Dejar espumar 5 minutos en un lugar cálido. Combinar la harina, el queso parmesano y la sal en un bol. Incorporar la levadura y mezclar hasta formar una masa homogénea.
Pasar a una superficie ligeramente enharinada y amasar unos 10 minutos o hasta que resulte lisa y elástica. Colocarla en un bol ligeramente aceitado y girarla para aceitarla en toda la superficie. Tapar con film y dejar leudar en un lugar cálido, sin corrientes de aire, 2 horas o hasta que duplique su tamaño.
Hundir la masa con el puño y amasar ligeramente. Dividir en 8 piezas. Extender cada una sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar discos de 5 mm de espesor. Con un tenedor perforar los discos de masa y pincelar ligeramente la superficie con aceite. Colocar en una sartén precalentada y seca y cocinar cada uno por 3 o 4 minutos de cada lado o hasta que esté dorado y crocante.