500 g de ostiones
1 kg de sal gruesa
2 dientes de ajo (opcional)
1 / 4 de taza de mantequilla
250 g de espinaca
2 cucharadas de vino blanco
Sal y pimienta, a gusto
160 ml (2/3 de taza) de crema de leche
125 g de (media taza) queso rallado
500 g de ostiones
1 kg de sal gruesa
2 dientes de ajo (opcional)
1 / 4 de taza de mantequilla
250 g de espinaca
2 cucharadas de vino blanco
Sal y pimienta, a gusto
160 ml (2/3 de taza) de crema de leche
125 g de (media taza) queso rallado
500 g de ostiones
1 kg de sal gruesa
2 dientes de ajo (opcional)
1 / 4 de taza de mantequilla
250 g de espinaca
2 cucharadas de vino blanco
Sal y pimienta, a gusto
160 ml (2/3 de taza) de crema de leche
125 g de (media taza) queso rallado
Limpiar los ostiones y cocer al vapor unos seis minutos (con una vaporera de bambú o en una olla con un centímetro de agua hirviendo y los ostiones parados). Retirar y escurrir.
Quitar la concha superior con cuidado y descartarla. Soltar con un cuchillo y harto cuidado el ostión de la concha.
Acomodar las conchas con el ostión sobre una bandeja del horno cubierta con una base de sal gruesa para evitar que se desplacen.
Si le gusta el ajo, sofríalo picado en la mantequilla y agregue la espinaca cortada en juliana. Verter el vino blanco, remover durante 1 minuto y salpimentar a gusto.
Colocar 1 cucharada de la preparación de espinacas sobre cada ostión y, arriba, 1 cucharada de crema de leche
Espolvorear con queso rallado y disponer un cubito de mantequilla sobre cada una de las conchas. Cocinar en horno caliente durante 3 minutos.