1 kg de ricota
2 huevos
Sal y pimienta, a gusto
Nuez moscada, a gusto
3 cucharadas de queso rallado
100 g de queso fresco
1 kg de ricota
2 huevos
Sal y pimienta, a gusto
Nuez moscada, a gusto
3 cucharadas de queso rallado
100 g de queso fresco
1 kg de ricota
2 huevos
Sal y pimienta, a gusto
Nuez moscada, a gusto
3 cucharadas de queso rallado
100 g de queso fresco
Mezclar en un bol la ricota, los huevos, y condimentar con sal, pimienta, nuez moscada y el queso rallado.
Mezclar todos los ingredientes a mano hasta formar una especie de granulado. Amasar con ambas manos lo más rápido posible, ya que no hay que trabajar esta masa excesivamente. Dejar reposar unos minutos.
Moldear cilindros de 3 o 4 cm de diámetro y espolvorear con harina. Con un cuchillo filoso, cortar porciones de 2 cm de ancho
Tomar cada porción cortada del cilindro y darle forma de esfera. Ahuecar el centro con un dedo, colocar un cubito de queso y volver a dar forma esférica. Cocer por 10 minutos en abundante agua hirviente con sal.