200 g de fécula de maíz
200 g de azúcar flor
20 g de canela en polvo
250 g de azúcar
200 ml de glucosa
250 ml de agua
2 ramas de canela
Gelatina sin sabor
Canela en polvo, para espolvorear
200 g de fécula de maíz
200 g de azúcar flor
20 g de canela en polvo
250 g de azúcar
200 ml de glucosa
250 ml de agua
2 ramas de canela
Gelatina sin sabor
Canela en polvo, para espolvorear
200 g de fécula de maíz
200 g de azúcar flor
20 g de canela en polvo
250 g de azúcar
200 ml de glucosa
250 ml de agua
2 ramas de canela
Gelatina sin sabor
Canela en polvo, para espolvorear
200 g de fécula de maíz 200 g de azúcar flor 20 g de canela en polvo 250 g de azúcar 200 ml de glucosa 250 ml de agua 2 ramas de canela Gelatina sin sabor Canela en polvo, para espolvorear
Colocar en una olla con mango el azúcar, la glucosa, el agua y las ramas de canela. Llevar a fuego bajo para que la canela suelte su esencia y dejar hervir para hacer un almíbar.
En un bol pequeño, hidratar la gelatina con 120 ml de agua. Una vez que el almíbar llegue a los 116 ºC, retirar las ramas de canela y agregar la gelatina derretida. Mezclar con batidor de alambre.
Colocar la mezcla anterior en la batidora y añadir la canela en polvo mezclada con el azúcar y la fécula. Batir hasta que tome cuerpo y adquiera una consistencia elástica.
Colocar la preparación en el molde que estaba preparado con anterioridad.
Cubrir la preparación con el resto de la mezcla de azúcar y fécula de maíz. Dejar secar por completo y cortar rectángulos. Espolvorear con abundante canela en polvo. Reservar de un día para el otro antes de consumir.