250 g azúcar
250 ml agua
2 tazas de pulpa de fruta a elección (duraznos, frutillas, cítricos, etcétera)
1 cucharadita de gelatina sin sabor
1 cucharada fécula de maíz
3 claras
3 cucharadas de azúcar
250 g azúcar
250 ml agua
2 tazas de pulpa de fruta a elección (duraznos, frutillas, cítricos, etcétera)
1 cucharadita de gelatina sin sabor
1 cucharada fécula de maíz
3 claras
3 cucharadas de azúcar
250 g azúcar
250 ml agua
2 tazas de pulpa de fruta a elección (duraznos, frutillas, cítricos, etcétera)
1 cucharadita de gelatina sin sabor
1 cucharada fécula de maíz
3 claras
3 cucharadas de azúcar
Colocar en una cacerola el azúcar y el de agua. Llevar a fuego hasta que tome punto de hilo.
Incorporar la pulpa e frutas, y la gelatina y fécula de maíz previamente disueltas en agua fría. Cocer revolviendo hasta que rompa el hervor.
Verter la preparación en un recipiente profundo, cubrir con papel film y llevar al congelador.
Batir las claras a punto nieve, agregar el azúcar y batir nuevamente hasta obtener un merengue firme.
Mezclar la preparación de pulpa de fruta con las claras, con movimientos suaves y envolventes. Llevar nuevamente al frío hasta que tome cuerpo. Retirar la preparación un rato antes de utilizar, para que tome la consistencia deseada. Servir en platos o copas. Si se desea, decorar con salsa de chocolate, canela, café en polvo, o también, con frutas frescas cortadas en cubos.