Para la masa
300 g de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
150 g de manteca
80 g de azúcar
Agua fría, cantidad necesaria
Para el relleno
500 g de dulce de membrillo
2 cucharadas de agua
Para la masa
300 g de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
150 g de manteca
80 g de azúcar
Agua fría, cantidad necesaria
Para el relleno
500 g de dulce de membrillo
2 cucharadas de agua
Para la masa
300 g de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
150 g de manteca
80 g de azúcar
Agua fría, cantidad necesaria
Para el relleno
500 g de dulce de membrillo
2 cucharadas de agua
Colocar la harina, el polvo de hornear, la manteca y el azúcar en un recipiente. Trabajar con la punta de los dedos hasta obtener un arenado.
Agregar lentamente el agua y trabajar la masa.
Amasar poco con las manos, hasta obtener una masa tierna. Envolverla en papel film y dejar descansar en la heladera.
Cortar el membrillo en cubos de aproximadamente el mismo tamaño y colocarlo junto con el agua en una olla sobre fuego suave hasta que se derrita y forme una pasta espesa. Revolver con una cuchara de madera ocasionalmente para que el membrillo no se pegue a la olla.
Estirar 3/4 de la masa rápida sobre una superficie ligeramente enharinada y extenderla sobre una tartera desmontable forrada con papel engrasado. Reservar el resto de la masa para hacer un enrejado. Verter el dulce de membrillo sobre la masa y extenderlo de manera uniforme con ayuda de una espátula o de una cuchara de madera.
Extender la masa reservada sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga 5 mm de espesor. Con un cuchillo filoso o un cortante para pastas, cortar tiras de aproximadamente 1,5 cm de ancho. Colocarlas en forma paralela, a lo largo de la masa, a 4 cm de distancia una de otra. Luego colocar tiras perpendiculares a estas, para formar un enrejado. Cocinar en el horno a temperatura moderada, 180 °C, durante 20 minutos. Retirar, dejar pasar el calor fuerte y cortar en cuadrados.